sábado, 16 de octubre de 2010

Caperucita Roja y el Lobo

Estanod una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
<<¿Puedo pasar, Señora?>>,preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
pensando: <<¡Este me come de un bocado!>>.
Y, claro, no se había equivocado:
se convirtió la abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era tan flaca y tan huesuda
que al lobo no le fue de gran ayuda:
<<Sigo teniendo un hambre aterradora...
¡Tendré que merendarme a otra señora!>>.
Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
<<¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!>>
-que así llamaba al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España-.
Y porque no se viera su fiereza
se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.
Llegó pro fin Caperu a mediodía
y dijo: <<¿Cómo estás, abuela mía?
Por cierto, ¡me impresionan tus orejas!>>.
<<Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas>>. <<¡Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!>>. <<Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista>>, dijo el animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a sabere mil veces más rica
que el rancho precedente. De repente
Caperucita dijo: <<¡Que imponente
abrigo de piel llevas este invierno!>>.
El Lobo, estupefacto, dijo: <<¡Un cuerno!
O no sabes el cuento o tú me mientes:
¡Ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo...? Oye, mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa>>.
Pero ella se sentó en un canapé
y se sacó un revolver del corsé,
con Calma apuntó bien a la cabeza
y - ¡Pam!- allí cayó la buena pieza.

                        ***

Al poco tiempo vi a Caperucita
cruando por el Bosque... ¡Pobrecita!
¿Sabeis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bob.


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